El acueducto constituye uno de los elementos más destacados del yacimiento arqueológico de Los Bañales. Se trata de una obra, que a pesar de su aparente tosquedad es una referencia entre los acueductos romanos en España debido a su sistema constructivo.
Se extiende desde Puy Foradado —cerro de sugerente nombre que según la tradición se debe a que estuvo perforado para el paso del agua— salvando una pequeña depresión de unos 350 m, apoyándose en una cresta rocosa, en parte elevado sobre pilares y en otros puntos por un canal tallado en la propia roca (specus), para acceder a la ciudad de Los Bañales en algún punto aún por determinar.
De esta parte elevada del acueducto se conservan 32 de los más de 70 pilares que se supone que debió tener, construidos con sillares de arenisca de la zona, en número y grosor variable en cada pilar, dependiendo de la altura necesaria, colocados en seco uno sobre otro e ingeniosamente apoyados sobre el estrato de areniscas que aflora en la zona y en el que se labraron las cajas de cimentación necesarias para el equilibrado de cada pilar sobre el terreno.
El sillar superior de cada pilar, tiene un rebaje en forma de «U» que serviría para el apoyo del dintel que sostendría el canal o tubería que transportaría el agua y, a unos 90 cm de la coronación de cada pilar, aparece una perforación horizontal de lado a lado, que permitiría crear un sistema de apuntalamiento para el apoyo del dintel en el centro del vano entre cada dos pilares, reforzando de ese modo la estructura.
El tramo elevado de este singular acueducto, se complementaba con tramos de specus tallado en la propia roca -se han recuperado algunos metros de este sistema-, aprovechando la ladera de algunas lomas, manteniendo el nivel necesario y con la pendiente adecuada para la continuidad del tránsito del agua. Teniendo en cuenta las cotas a las que se encuentran los distintos elementos del recorrido se ha calculado que todo el acueducto mantenía una pendiente constante inferior al 0,1% —un metro de diferencia por cada kilómetro de recorrido—, lo que hace una diferencia de altura entre pilares de unos pocos milímetros.